20 mar 2015

Una idealización que traspasa las barreras del tiempo

Los ojos de mi princesa
Por Carlos Cuauhtémoc Sánchez





Genero: YA303ppSerie (Libro 1)
Pub. original: 2004 Mi edición: Paperback - Diamante - Español - ISBN 968-7277-63-7
Creo que esta será el ultimo libro que relea de aquellos que leí originalmente en mis 16 o antes, por lo menos por un tiempo. Después de todo, ya he comprobado lo mucho que mi visión ha cambiado con los años, y a este paso terminaré mancillado los lindos recuerdos que tengo de aquellos libros que me acompañaron en mi adolescencia.
Los ojos de mi princesa, un libro que leí a los 15 o 16 años, y que revolvió mis emociones de manera intensa, pero que en esta ocasión no logró despertar en mí ninguno de los sentimientos de ese entonces.
Cuenta la historia de José Carlos al enfrentarse a su primer amor, que para su consternación resulta no ser correspondido. Y mientras lo vemos luchar por conquistar a su adorada Sheccid, la vamos conociendo y comprendiendo los secretos que oculta detrás sus hermosos ojos.
En esta ocasión, en lugar de tildar de tierno y romántico el amor de José Carlos por Sheccid, me pareció insano. Él idealizó a esa chica por completo, y no es esto lo que me parece más inquietante (creo que es bastante común que las personas idealicen a su primer amor), sino el hecho de que aún con el paso del tiempo él se negara a abandonar su ilusión.
Pienso que está bien como literatura juvenil. Y tal como dice en la introducción, las enseñanzas del libro pueden ser apreciadas aun en estos tiempos a pesar del marco temporal en que se desarrolla la historia. Los problemas no difieren mucho de aquellos a los que se enfrentan los adolescentes hoy en día.
Insiste en ser llamada una novela romántica, pero a decir verdad no siento que encaje del todo en esa categoría. Me parece que en ciertas ocasiones forzaba las lecciones que buscaba transmitir y llegaba a parecer un libro de texto académico, quitando el romanticismo a la historia. Además me parece que contiene más citas y material de otros autores de lo que era necesario, Aunque esto en ocasiones resultaba adecuado para mostrar el amor de José Carlos por la poesía y por declamar, en ciertos puntos resultaban agotadores, Y contribuía a dar el sentimiento de que más que estar leyendo una novela estaba recibiendo catedra.
Escribir es una forma de desahogarse sanamente cuando la sed nos invita a beber agua de mar. (Cuauhtémoc, 2004)
Y no me malentiendan, siempre he considerado que las lecciones en los libros de Carlos Cuauhtémoc Sánchez son excelentes e invaluables para todos los que atraviesan sus años de adolescencia, creo que podría dar las lecciones de manera más sutil.
Algo que sí me gusta mucho de la historia es que Sheccid se mantiene fiel a su personaje, y que el autor no la fuerza a convertirse en la imagen idealizada que tiene José Carlos, aún cuando esto signifique la decepción del chico.
En general creo que la novela está bien, y qué es en definitiva un libro que debe estar entre las lecturas de todo joven.
2/5

Haidelis Montero



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

. .